Bien. Vale. Genial. Te acabas de divorciar. Tienes la blanca. Eres libre de nuevo. Te has librado de los trastos de tu ex, has conservado los amigos que querías, empiezas una nueva vida.
¿Qué piensas hacer con ese anillo que tienes en el cajón?
Recuerda que te costó una pasta, las vueltas que disteis para escogerlo, la ilusión con la que lo grabásteis…
Ahora, todo eso te da nauseas. Lo único que quieres es olvidarte del asunto. Ese matrimonio es historia pasada. Se acabó.
Finito. Ended. Kaputt.
Pero el anillo sigue ahí. Te observa… Te acusa… Da un mal rollo que te cagas.
No lo vas a tirar, vale mucho dinero. Tampoco lo vas a usar, ¡por favor! Y guardarlo en el cajón hasta que las ranas críen pelo, pues como que no.
¿¿¿Qué c*** vas a hacer con el p*** anillo de los c******???
Suerte que tienes al Club para darte ideas 🙂
¿Qué hace la gente con los anillos de boda después del divorcio?
Veamos datos. Un interesante estudio del joyero Vashi Dominguez con una encuesta a más de 1000 mujeres de UK (lo siento, no he encontrado la referencia original) reveló estos resultados:
- Un 36% de mujeres venden sus anillos de boda y de compromiso, para recuperar algo del dinero gastado.
- Esa cifra se eleva a 2/3 si sus maridos les pusieron cuernos.
- Casi un 5% tiran el anillo a la basura en un ataque de rabia.
- Un 19% siguen usando el anillo después de la separación. Y un 15%, si se vuelven a casar, llevan tanto el anillo antiguo como el nuevo.
- Finalmente, un 27% lo conservan en el fondo del cajón, sin usarlo.
Datos que me llevan a sacar dos conclusiones: 1) hay gente para todo, y 2) están locas, estas inglesas.
Y tú, ¿qué puedes hacer con tu anillo? Ahí van varias ideas.
Varias ideas sobre qué hacer con tu anillo de boda después del divorcio
1. Véndelo
Es lo más fácil: llévalo a una joyería o una tienda de compra-venta de oro, consigue todo el dinero que te den, y gástalo en algo que realmente te guste (o necesites).
Sugerencia: patéatelo en una macro fiesta de divorcio. Disfrútalo. Recupera algo de la alegría que te quitó ese matrimonio fallido.
¡Ah! Cuando lo vayas a vender, sobre todo visita varios establecimientos y regatea un poco, sacarás mucho más que si vas de ángel confiado.
2. Hazlo fundir y que te hagan otra joya con los materiales
Imaginación al poder. Al fundirlo a 1064º, cualquier rastro de mal karma que conserve se volatilizará. Te quedará un material puro, perfecto para crear una nueva pieza que te acompañe en tu nueva vida.
Si había piedras, esas se apartan antes de fundir el anillo, o se pueden estropear. La lástima es que el mal karma que puedan tener se queda. Pero supongo que se puede vivir con ello.
A ver, por favor, nada de juegos macabros como moldear una bala y mandarla a tu ex con su nombre grabado. No hace ni p*** gracia.
3. Modifícalo y sigue usándolo
Como mínimo, borra la inscripción de amor eterno de dentro, ya no cuela.
Puedes convertirlo en un colgante, un pisapapeles, un pendiente, un llavero (muy pijo, eso sí), un gancho de cortina de lujo… O en un anillo de divorcio 🙂
4. Regálalo a tus hijos
Reconoce que, de ese matrimonio desastroso, salió algo bueno que fueron tus (vuestros) hijos. Y ellos siguen teniendo dos padres. Puedes celebrarlo con tus hijos regalándoles tu anillo. O modificarlo y hacerles un regalo original. Como esto:
5. Destrúyelo de la manera más macabra posible
Será complicado porque suelen ser resistentes (aunque no tanto como el Anillo Único del Señor de los Anillos). Puedes probar con ácido, o con una muela (de las de amolar).
Puedes echarlo a un horno, que se funda y se mezcle con la escoria (pero tiene que ser un horno especial, el carbón arde a unos 700º y el oro se funde a 1064º).
También puedes echarlo al mar. Meterlo en un bloque de hormigón armado (pero no metas también a tu ex, por favor). O construir un cohete casero y enviarlo rumbo al Sol para que se destruya en una explosión gloriosa.
Te sacarás mucha mala leche de dentro, garantizado.
6. Guárdalo hasta que te decidas a hacer algo con él
Total, tampoco tienes prisa, ¿no? Ya lo harás un año de estos.
Así, ¿qué vas a hacer?
¿Quieres compartirlo con nosotros? Ponlo en un comentario.
Y este es el anillo de divorcio de Virginia
Que nos ha mandado después de hacerlo modificar, en todo su esplendor 🙂
Mi anillo de divorcio.
Darle forma de bala (9 mm estaría bien), añadir un casquillo y pólvora, apuntar y… ¡pam!
Un capullo menos.
Triturarlo hasta convertirlo en polvo, mezclarlo con vidrio, hacer un pastelito, y que se lo trague. Y su encantadora madre, también.
Me ha encantado el artículo! Bravo!! No paran de darme el pésame por el divorcio y yo les digo que ahora estamos Todos, niños incluidos, mucho mejor! Así que brindemos y felicitenos por ello!
Me ha gustado mucho la opción de ‘un anillo de divorcio 🙂’ y el comentario posterior ‘Reconoce que, de ese matrimonio desastroso, salió algo bueno que fueron tus (vuestros) hijos. Y ellos siguen teniendo dos padres. Puedes celebrarlo con tus hijos regalándoles tu anillo. O modificarlo y hacerles un regalo original.’
Creo que lo voy a agrandar para el dedo corazon de la otra mano, que además, al levantarlo únicamente puedes hacer la pajarita y decir… es mi anillo de divorcio. Me encanta la idea de llevar un anillo de divorcio y llamarlo como tal, como reconocer que nuestros hijos son maravillosos pese a que nuestra relación de pareja no fuese bien. Un colgante me parece aburrido. Otra opción sería pendientes, buscando otra piedra igual, pero prefiero llevar mi anillo de divorcio, poca inversión y gran mensaje, y el día de mañana siempre puefo transformarlo para mis hijos si es necesario.
Virginia, puedes decir a tus amigos que los divorcios no se lamentan, se celebran 🙂
Cuando lo hagas, mándanos la foto del dedo con el anillo de divorcio haciendo una pajarita y la ponemos aquí.