Así es el principio de muchos finales. Oyes esas palabras (escucharlas lo harás durante mucho tiempo en tu cabeza), y sabes que a partir de entonces ya nada será igual.
Las relaciones se acaban, y es un hecho. Muchas terminan en separación o divorcio. Otras deciden seguir por el miedo a lo desconocido, por motivos económicos, por diferentes e inexcusables motivos. Pocas parejas son las que a día de hoy siguen juntas, porque la sociedad ha evolucionado, porque quizás no somos monógamos y necesitemos una relación diferente en cada etapa de nuestra vida.
Son muchos los motivos por los que una pareja se separa, pero el principal suele ser porque cada uno evoluciona hacia un camino diferente del otro. Los caminos divergen, y es el momento de ponerle punto y final a la historia.
Tomar la decisión no es fácil para nadie, pero comunicarla, lo es menos todavía. Por ello, sean cuales sean tus razones, sé sincero y honesto contigo mismo y con la otra persona, y no utilices las excusas que te señalamos a continuación.
Porque son eso, son solo excusas, el problema viene de mucho más al fondo, y pueden ser o no la manera de que creas, que dando una explicación lo podrá entender mejor. Pero, no. Más honesto es decir que no quieres y punto, que colmarle con una excusa que no tiene por dónde cogerse.
Honestidad y empatía para comunicar dicha decisión, y sobre todo… recuerda que tú fuiste parte de esa de esa relación, y que en algún momento hubo amor. ¿O no?
Así que vete olvidando de todas las excusas que te proponemos a continuación, porque lo único que vas a conseguir es que no te entienda, coja un cabreo monumental y te acabe fastidiando el resto de tus días.
1.- No eres tú, soy yo. Por supuesto que eres tú, te has vuelto loco/a y desvarías, y a parte de comunicarme que tu riqueza lingüística y emocional es más pobre que un emoticono de whatsapp, me estás informando que eres un cobarde.
2.- He conocido a otro/a. Claro, y yo trabajo en un supermercado y cada día conozco a gente nueva y no me voy separando. Y si me dices que encima de conocer a alguien te has enamorado, es que algo ya no funcionaba bien.
3.- He salido del armario. Pues sal y no vuelvas a entrar. Uno no se da cuenta de que tiene otras preferencias sexuales de la noche a la mañana, o ya lo intuías, y no fuiste honesto conmigo.
4.- Ya no te quiero. A ver, mejor me dices que ya no me amas, porque si después de todo el tiempo que llevamos, has dejado de quererme, es que no me quisiste nunca. ¿Qué ya no estás enamorado de mí? Por supuesto, el enamoramiento dura un periodo. Es pura química.
5.- Necesito un año sabático. ¡¡Y yo también!! Y si pueden ser dos mejor. Excusa para huir de responsabilidades.
6.- Necesito encontrarme a mí mismo. No cariño, no, tú andas más perdido que un esquimal en el desierto, y ya no encontrarás ni el rumbo ni el norte. Imagínate, encontrarte contigo mismo, ¡más vale que corras!
7.- Te mereces a alguien mejor. Por supuesto, ¡no lo sabes bien! Aquí aguantando tus neuras tantos años para que llegues a la misma conclusión que yo. Qué poco te quieres… ¿Cómo me vas a querer a mí?
8.- No soporto a tu madre. Ni yo a la tuya, pese a ser una mujer adorable que te ha educado como un auténtico cretino. ¿Se puede saber qué tienen que ver los parientes en una relación de dos?
9.- Me voy a trabajar al extranjero. ¡Vete, vete! Si una decisión tan importante que nos afectaba a los dos, la has tomado sin tener en consideración mi opinión, más vale que compres un billete de ida y no vuelvas jamás.
10.- Quiero tener un hijo y tú no quieres. ¿No lo habíamos hablado antes de empezar? ¿No te has planteado que se pueden cambiar los pactos? ¿No te parece una razón muy egoísta?
11.- Sigo enamorado de mi ex. ¿No has superado una relación anterior? ¿Y qué haces metido/a en otra en la que llevamos una eternidad? Si no has superado una separación anterior, y quieres volver con tu ex después de lo que lo mal que has hablado de él/ella, lo mejor que puedes hacer es volver, el karma te está esperando.
12.- Dios ha llamado a mi puerta. Pues anda, ¡vete con él! Que lo más probable es que te envíe directo/a al infierno, que es dónde debes estar.
13.- No soporto tus ronquidos. ¡Ni yo los tuyos desde que te conocí! Ah, por cierto… Tampoco soporto que te dejes los zapatos en el comedor, ni la ropa tirada en el suelo, ni tus pelos en la pica, ni… ¿Seguimos?
14.- No me das lo que necesito. ¡¡¡ ¿Perdonaaaaaaaaaaaaa?!!! ¡¡¡Ufff!!! ¡¡¡Aaaaargh!! Me olvidaba que eres un ser supra terrenal con necesidades superiores a los mortales.
15.- Nuestros signos del horóscopo no son compatibles. Ni lo han sido, ni lo son, ni lo serán. Desde que iniciamos nuestra relación, mercurio anda en cuadratura con marte, y todo el resto de planetas están retrógrados. Por cierto, vete buscando uno que te acoja.
16.- Necesito estar solo/a. Haz la mochila con cuatro cosas, no necesitarás más para estar contigo mismo, que te he encontrado una isla desierta en medio del pacífico, que por no tener, no tiene ni árboles. Namasté.
Estas y otras excusas, son algunas de las utilizadas para poner fin a una relación, y el principio de una difícil separación o divorcio, que lo único que pueden llegar a demostrar son todas las carencias emocionales que tienes y una gran falta de comunicación. Las cosas son más fáciles y las hacemos difíciles nosotros. Así que si estás pensando en utilizar alguna de ellas, más te vale hacer las maletas, desaparecer del mundo, y que tu pareja se crea que has sido abducido por los extraterrestres que pensar que unió su vida a ser un despreciable.
Por cierto… ¿Conoces alguna más? Déjanosla en tus comentarios.
Abogada, mamá y separada, cómo no!!