¿Qué es mejor ante una situación de divorcio: llegar a un acuerdo de divorcio, aunque no sea perfecto, o ir a un divorcio contencioso?
¿Cuáles son las ventajas y cuáles son los inconvenientes de cada opción? No hace falta decir que no todos los casos son iguales.
Ventajas del mutuo acuerdo
Las ventajas del mutuo acuerdo, aunque dicho acuerdo o los pactos no sean beneficiosos para todas las partes, son tres básicamente:
- Primero, el procedimiento de mutuo acuerdo (el divorcio exprés) es mucho más rápido. Al haber llegado a un pacto sobre todos los términos que deben contemplarse en el convenio, los trámites se agilizan.
- Segundo, es mucho más barato, puesto que al haber menos trámites, los costes bajan tanto de abogado como de procurador, como otros que se pudieran ocasionar, tales como informes periciales, forenses, etc.
- Tercero, al haber llegado a un acuerdo, todo el tema es mucho más sencillo y más fácil. Y como las partes están más tranquilas, eso repercute en los niños (si los hay) y en el futuro de la relación.
Ventajas del divorcio contencioso
Para mí solo habría una: que para llegar a un acuerdo haya que aceptar términos que no sean correctos. Que haya alguna cláusula o algún pacto que sea injusto para una parte o incluso para los niños. Una cosa es ceder y llegar a un acuerdo, y otra es que haya pactos abusivos sobre temas como las pensiones o el régimen de visitas.
En estos casos es recomendable, si no se puede llegar a un acuerdo que sea aceptable, interponer una demanda contenciosa.
Desventajas
- Es mucho más lento: puede ir de 3 meses para un mutuo acuerdo a un año en un contencioso, en el mejor de los casos.
- También es mucho más caro porque los trámites son más y porque suelen intervenir otros profesionales en la materia.
Qué pasa realmente
Muchas veces se empieza por un divorcio de mutuo acuerdo (o esa es la intención de las partes) y se acaba en un contencioso. Y otras veces se empieza en un contencioso y se acaba en un mutuo acuerdo.
También es frecuente que, en un divorcio contencioso, antes de entrar en la sala el día de la vista, los jueces te “obliguen” a pactar de alguna manera – o como mínimo lo intenten. Por lo tanto, si las diferencias son mínimas, es recomendable ir siempre a un mutuo acuerdo de buenas a primeras y ahorrarte el tener que ir a un juzgado. Estas diferencias, suelen venir siempre por la custodia, la vivienda o la pensión.
Salvo casos excepcionales, yo siempre recomiendo un mutuo acuerdo, aunque las negociaciones puedan ser más largas. Y también recomiendo que, a menos que las cosas estén muy claras, cada parte lleve a su propio abogado. Incluso que se llegue a una mediación, de ser necesario. Todo antes que tener que ir a juicio.
Por tanto, la respuesta a la pregunta inicial de si es mejor un mal acuerdo que un buen juicio, sería: sí, salvo excepciones.
Esther es una buenísima abogada de familia que te sacará de más de un apuro, empezando con tu divorcio. Con 25 años de experiencia en el tema, lo ha visto todo: infidelidades, abusos y malos tratos, engaños… Siempre es mejor un acuerdo aceptable que un buen juicio. Además del tema legal, te puede asesorar sobre cómo afrontar tu nueva vida.
Cuando no está ejerciendo de abogada, Esther es una mamá cariñosa de 2 soletes y ella misma es separada (por lo de probar el propio género).