Has leído bien… vamos a analizar y a valorar…
¡¡¡¡Analizar!!!! Para ello, respira… hasta la persona más pasional e impulsiva, esconde en su cabeza dicha cualidad de raciocinio. Busca, busca… Deberás mirar tu vida como un mero observador y verás cómo es de fascinante. Recuerda, estás viendo una película en la que nada tienes que ver, y vas haciendo recopilación de datos. No vale hacer trampas e incluir valoraciones personales o morales. Luego los pondremos de un lado de la balanza o del otro.
Lo bueno
Lo bueno: todo aquello que te aporta a ti, y que aporta a la pareja. Muy importante: si has llegado a este punto, es porque la relación no va bien, pero todavía hay aspectos positivos por los que sigues en ella. Veamos unos ejemplos, por si estás tan bloqueado y negativo que no ves ninguno.
- Tu pareja es buena en la cama (¿no?, mejor dejemos este punto para el final)
- Es un excelente padre o madre, siempre solícita y volcada con los niños (¡¡¡que siiiiiiiiii, que los hay y en este punto, me dirijo al sector femenino, sed buenas, que también saben hacer de padres maravillosos!!!)
- Vuestras conversaciones (cuando no acaban en discusión) siguen siendo interesantes y divertidas, pasionales, enriquecedoras
- Os lo pasáis bien en los viajes y salidas, en el cine, en el teatro… es decir, en aquellos momentos en el que el estrés de la vida diaria, queda a un lado, y os olvidáis de los problemas cotidianos
- Compartís momentos de intimidad fantásticos (¡ay, no! que hemos dicho no tocar este por ahora)
- Sigues teniendo ganas de ver a tu pareja, a pesar de todo, y la encuentras uno de los seres más fantásticos del universo (por supuesto, sigue siendo esa persona que te hace suspirar)
- Es un gourmet de la cocina o un manitas del bricolaje (comentario para vosotros: también hay mujeres a quien se les da muy bien las manualidades – y no me refiero a las que te estás imaginando…)
Son sólo unos pequeños ejemplos, seguro que encontrarás muchos otros y mejores, y te animo, a que dejes tus comentarios al respecto.
Lo malo
Lo malo… Seré breve porque la lista puede ser interminable y te creerías que te estoy animando a separarte, así que sólo dejaré una pequeña muestra, absurda toda ella. E igual que he dicho de lo bueno, aplícalo a “sensu contrario”.
Ahí va (y sí, por supuesto, desahógate y dame mejores razones, que serán todas ellas muy bienvenidas)
- Rechina por la noche los dientes, ronca, se mueve en exceso y la cama parece una lucha por conseguir un trozo de sábana
- La suegra le dice lo que tiene que hacer y se mete en la educación de los hijos
- El cuñado es insoportable en las celebraciones familiares…
¡Uf! La lista te puede parecer interminable, y con muy buenas razones y otras no tan buenas, pero de ello hablaremos en otro post.
Y ahora…
Una vez añadidos en cada plato correspondiente de la balanza los ingredientes que creas necesarios, hay que seguir analizando más (¿te creías que con esto ya habíamos acabado para tomar una decisión? ¡pues no!) Ahora hay que analizar otras cuestiones, más científicas quizás, que paso a relatar en el siguiente post.
Nota: no, no me olvidado del tema asuntos de la alcoba, pero ya que puede dar mucho de sí… lo dejaremos para otro post.
A ver, ¿se te ocurren más aspectos importantes, buenos o malos? ¿Cosas que todavía te ponen de tu pareja, o que te ponen…a parir? Compártelos en los comentarios.
Cómo preparar tu divorcio
Introducción
1. Pon en una balanza lo bueno y lo malo
2. Las cuatro patas de la mesa
3. Otras valoraciones: económicas, hijos, prácticas
4. Toma tu decisión
5. Comparte la decisión con tus amigos
6. No compartas la decisión con la familia
7. Asesórate legalmente
8. Asesórate psicológicamente
9. Prepara los temas legales
10. Prepara tus temas personales
11. Prepara los temas prácticos
12. Pasa tu duelo
Esther es una buenísima abogada de familia que te sacará de más de un apuro, empezando con tu divorcio. Con 25 años de experiencia en el tema, lo ha visto todo: infidelidades, abusos y malos tratos, engaños… Siempre es mejor un acuerdo aceptable que un buen juicio. Además del tema legal, te puede asesorar sobre cómo afrontar tu nueva vida.
Cuando no está ejerciendo de abogada, Esther es una mamá cariñosa de 2 soletes y ella misma es separada (por lo de probar el propio género).