Una infidelidad es cosa seria – es causa de muchos problemas de relación y separaciones. Descubrir que tu pareja te ha engañado puede destrozarte por dentro, hacer polvo una relación, romper una familia.
Nadie quiere eso – pero lo cierto es que un porcentaje muy significativo de hombres y mujeres que están en una relación seria engañan a sus parejas. Tantos como un 20% de hombres y un 10-13% de mujeres han sido infieles en algún momento (según estudios como éste). En la práctica, las personas somos más monógamas a nivel social que sexual – aunque intentamos que no se note.
Si las consecuencias de una infidelidad son tan graves, es evidente que la motivación tiene que ser muy fuerte para asumir el riesgo. Por desgracia no hay muchos estudios serios sobre el tema (sí muchos artículos de opinática poco fundada).
Por eso me ha encantado leer este artículo, que entra de lleno en el tema. Un estudio de los que me gustan – bien definido, bien analizado, y bien reportado (aunque en el lenguaje académico, que es más seco que un dry martini).
Han realizado una encuesta a casi 500 personas que reconocen haber sido infieles en algún momento, les han preguntado acerca de las razones concretas que les llevaron a hacerlo y también acerca de su personalidad.
Las conclusiones son de lo más interesantes.
Antes de entrar en materia, hay que destacar varios aspectos del trabajo.
- Los participantes han respondido voluntariamente – la muestra no es representativa de nada más que de esos individuos. No se puede deducir que los porcentajes calculados se puedan aplicar a otros grupos.
- No se ha definido qué es una infidelidad – cada participante se ha definido a sí mismo como infiel según su propio criterio. De hecho, un 6% de los participantes no habían realizado actividades de tipo sexual – se habían limitado a una relación afectiva o romántica, virtual o con besos como mucho.
- Han respondido 259 mujeres, 213 hombres, y 23 personas no se han definido. El 88% se identifican como heterosexuales. El 52% están en una relación estable.
Resultados, conclusiones y comentarios
1. Hay 8 motivaciones principales
Han estudiado 77 causas posibles, muy concretas. Como resultado del análisis estadístico las han agrupado en 8 motivaciones principales, que incluyen circunstancias muy diversas pero claramente del mismo tipo.
Esas motivaciones son:
- Rabia por algo que ha hecho la pareja
- Impulso sexual
- Falta de amor
- Falta de atención
- Poco compromiso con la relación
- Situación propicia y oportunidad
- Autoestima baja
- Deseo de más variedad sexual
Más abajo incluiré la lista de motivaciones con algunos ejemplos frecuentes de cada una.
2. Las motivaciones de hombres y mujeres son distintas
Muy claramente, hombres y mujeres damos más importancia a aspectos distintos de nuestra relación. O dicho de otra manera, acusamos más déficits en aspectos distintos.
Los hombres engañamos más por una necesidad de variedad. Las mujeres, por falta de amor o atención.
3. Ciertos rasgos de personalidad hacen más posible la infidelidad
No es ninguna sorpresa – hay personas más propensas que otras a romper la fidelidad. Lo nuevo es que estos son datos serios y mucho más completos que la sabiduría popular.
Si quieres saber cuáles son (y evaluar las posibilidades de que tu pareja te engañe – o de que termines engañándola tú) tendrás que esperar a un próximo artículo 🙂
4. La mayoría de las motivaciones no implican falta de amor
Que un miembro de la pareja haya sido infiel no significa que ya no ame a su pareja, ni que quiera romper la relación. De hecho, muchas veces hay sentimientos de culpa por el hecho de mentir, y grandes dosis de miedo y ansiedad por el riesgo de que la pareja se rompa (con todo lo que ello implica).
Es importante no correr a sacar conclusiones cuando se descubre una infidelidad – hay muchas motivaciones y situaciones distintas, algunas se pueden recuperar y otras no.
5. Hay 3 grupos de motivaciones
Básicamente hay 3 grandes grupos:
- Algunas están relacionadas con la salud de la relación de pareja.
- Otras están relacionadas con la personalidad y necesidades de cada persona.
- Y, finalmente, hay circunstancias de situación: entorno (todo el mundo lo hace), momento (yo estaba muy bebido), oportunidades (nadie lo sabrá)…
6. Las motivaciones suelen presentarse juntas
Una sola no suele ser motivo suficiente para que se produzca una infidelidad. Por ejemplo, por mucho que un hombre fantasee con tener una amante, no lo hará sólo por eso.
Pero si además de la fantasía hace un viaje largo por trabajo, está molesto con su pareja y se le presenta la ocasión… Es mucho más probable que caiga.
Lista de motivaciones y situaciones principales
Esto es una muestra de algunas situaciones habituales dentro de cada motivación.
Ten en cuenta que las preguntas están traducidas en masculino, pero se aplican tanto a hombres como mujeres.
1. Rabia por algo que ha hecho la pareja
- Mi pareja me había sido infiel y yo quería igualar el marcador.
- Sospechaba de la fidelidad de mi pareja.
- Mi pareja me había sido infiel y quería entender cómo fue esa experiencia.
- Quería vengarme de mi pareja por algo que hizo.
2. Impulso sexual
- Mi pareja no estaba interesada en las actividades sexuales que encuentro emocionantes.
- Mi pareja se negó a realizar ciertos actos durante el sexo que normalmente disfruto.
- Quería probar nuevos actos sexuales y mi pareja no.
- Mi pareja había perdido interés en el sexo.
3. Falta de amor
- No estaba seguro de si mi pareja era la persona adecuada para mí.
- Quería terminar mi relación con mi pareja.
- Me había «desenamorado» de mi pareja.
- No estaba seguro de si realmente amaba a mi pareja.
4. Falta de atención
- Me sentí desatendido por mi pareja.
- Mi pareja estaba emocionalmente distante.
- No pasaba suficiente tiempo conmigo.
- No estaba seguro de cuánto me amaba mi pareja.
5. Poco compromiso con la relación
- Mi pareja y yo casi nunca hablamos de ser «exclusivos» o de poner una «etiqueta» en nuestra relación.
- Aunque nos estábamos viendo, técnicamente no estábamos “en una relación” (mis amigos y familiares no sabían que estábamos saliendo).
- Para empezar, no estaba muy comprometido con mi pareja.
6. Situación propicia y oportunidad
- Fue durante unas vacaciones y no era mi «yo habitual».
- Soy «complaciente con la gente» y me encontré sin problemas en el asunto.
- Estaba abrumado en ese momento debido a factores estresantes externos (por ejemplo, problemas escolares, laborales, familiares) y no pensaba con claridad.
7. Autoestima baja
- Quería afirmar mi independencia.
- Necesitaba aumentar mi autoestima, sentirme mejor conmigo mismo.
- Buscaba más independencia y autonomía en mi vida.
- Quería demostrar a mi pareja que otras personas me encontraban físicamente atractivo.
8. Deseo de más variedad sexual
- Quería una mayor variedad de parejas sexuales.
- Confiaba en que mi pareja no se enteraría de mi aventura.
- Simplemente sucedió porque tuve la oportunidad y no pensé mucho en ello.
- Sabía que llegaría un momento en el que me casaría y quería aprovechar todas las oportunidades mientras todavía estaba soltero.
¿Y ahora qué?
De entrada, espera a un próximo artículo en que explicaré la relación entre infidelidad y personalidad.
Si estás en una relación estable, puedes repasar la lista de situaciones y ver si alguna se os puede aplicar (a cualquiera de los dos) – cada una es un factor de estrés en la relación, cuantas más haya más probable es que alguno tenga tentaciones. Y muchas se pueden arreglar o mejorar, si se hablan abiertamente y con calma y voluntad.
Quien es infiel lo es porque necesita algo que su pareja no le está aportando, y afronta un riesgo considerable (aunque hay quien no es consciente de ello). Siempre hay alguna razón detrás. Si intentamos entender esas razones, tal vez podremos ser un poco más felices – que es de lo que se trata.
Cantamañanas insoportable que se cree el puto amo y va de guay. No te creas ni una palabra de lo que te diga – ni la mitad de la mitad es verdad, y sólo a medias. ¡Si hasta el nombre es una farsa!
No sé cómo lo aguantamos, de verdad. Si no fuera tan guapo…
Muy interesante, y creo que muy acertado. Siempre me ha molestado que se asuma que las personas infieles son personas mentirosas que sólo buscan la satisfacción inmediata y no les importa poner en riesgo su vida ni hacer daño a sus parejas. En mi caso quiero a mi pareja y no quiero romper nada, pero la situación en mi casa es muyy complicada: mi esposa ha perdido completamente el impulso sexual después de dener a 2 niños, tenemos problemas legales con un familiar que nos llevan de cabeza, y cuesta llegar a fin de mes. Si yo no tuviera una válvula de escape, terminaría reventandolo todo.
Ricardo, muchas gracias por tu comentario. Estoy completamente de acuerdo en que hay que quitar culpa a la infidelidad – quien entra en eso es porque tiene una necesidad muy grande, y arriesga mucho. Muchas veces la infidelidad es la antesala de la separación, pero también puede ser lo que la evite y permita aflojar presión.
Es muy complicado, no se puede juzgar a la ligera ni simplificar.